José Mª Gárate Córdoba
Coronel de Infantería
Ingresó en la Academia de Infantería en 1906, saliendo promovido a segundo teniente en 1909, y a primero en 1911. Destinado al 2º batallón del Regimiento Otumba 49, en Morella, contribuyó a dominar la insurrección en la cárcel modelo de Valencia el 21 de julio de 1912, sometiendo a los amotinados con riesgo de su vida.

En septiembre de ese año se hizo observador y piloto de segunda, en las escuelas de Guadalajara y Cuatro Vientos, y en ésta, con vuelos de perfeccionamiento y como profesor, el junio de 1913 fue piloto de primera.
Estampa de Laureados
General de División
Julio Ríos Angüeso

OBSERVACIÓN Y ATAQUE AL MONTE CÓNICO
Estampa de Laureados
Formó parte de la primera escuadrilla que combatió en Marruecos desde el 3 de noviembre de 1913, con un reconocimiento de la zona enemiga a vanguardia de Laucién. En sucesivos vuelos fueron reconociendo las cabilas de Uad Ras y Beni Ider, las alturas de Ben Karrik y los montes de Beni Hozmar.

El día 19, a las dos semanas de su llegada a Marruecos, el mando requirió información sobre los núcleos rebeldes situados en la ladera occidental del Monte Cónico y el capitán Kindelán asignó tal misión al biplano M. Farman MF-7 nº 1, que pilotaba el teniente Julio Ríos, con el capitán Manuel Barreiro como observador.

Para localizar con la necesaria precisión al enemigo, oculto entre espeso matorral y nubes bajas, Ríos hubo de picar con su Farman hasta casi tocar la gaba, más bajo que las guardias enemigas de la altura desde la que le dominaban con el fuego de los expertos tiradores yeblíes, hábiles fusileros que con el fuego de sus Lebel, alcanzaron de lleno al aparato, hiriendo de gravedad a los dos aviadores, con un balazo en el pecho a Barreiro cuando terminaba el croquis del terreno, y uno en el pecho y, entre las piernas otro a Ríos.

No perdieron la cabeza los aviadores. Pese a sus dolorosas y graves heridas, y a la intensa hemorragia que le debilitaba por momentos, el piloto Ríos, con gran pericia y sereno valor, dirigió el Farman, logró alcanzar el campamento español y, por salvar el aparato sin causar daños, aún dio una vuelta al campo para aterrizar debidamente.

El Rey telegrafió al general Marina comunicándole el ascenso de los dos aviadores al empleo inmediato y ordenando abrir juicio contradictorio para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, que se les concedió por orden de 11 de agosto de 1921, que decía:

“El 19 de noviembre de 1913, el Teniente de Infantería, piloto aviador, don Julio Ríos Angüeso, pilotando el Monte Cónico (Tetuán), siendo gravemente herido por el enemigo, y regresó al campamento general sin causar desperfectos en el aparato, cumpliendo la misión encomendada”.