Querido Director:
Hemos leído una colaboración en la revista “Tierra,
Mar y Aire” del Almirante Armada Vadillo, que nos
ha hecho pensar. Bueno, nuestro pensamiento es el
suyo, lo que pasa es que asombra poder leer lo que
de forma valiente y sin rodeos expone en su artículo.
Nosotros hemos considerado durante toda nuestra
vida militar el extraordinario valor de la lealtad. Sin
ella, la acción del mando, o para el mando, se cuartea.
Y es que consideramos que la lealtad es de ida
y vuelta, tanto hacia arriba como hacia abajo.
Dice el almirante en su escrito que “no se puede ser
leal a quien es desleal, a quien nos hacen o desean
mal o actúan de forma ilegítima”. Y más adelante
añade: ”¿Se puede ser leal cuando se ignoran e incluso
se subvierten los principios y referencias éticas
personales en pro de lo políticamente correcto?”.
Es difícil decirlo de forma suave y hasta prudente,
pero creemos que los efectos de la Ley de Memoria
Histórica, que de forma tan brutal ataca y ofende
nuestros ideales, tradiciones y Patrimonio, podrían
ser contenidos de forma legal leyéndose bien la
Constitución y las Reales Ordenanzas, por supuesto
que las últimas. Cuando se legisla saltándose la lealtad
de millones de legislados, la reacción contra
esas leyes ha de ser inmediata, aunque meditada y
apoyada en la razón y hasta en esas mismas leyes.
La Constitución dice que “todos los españoles son
iguales ante la ley”, luego, no se puede legislar a
favor de unos dejando a otros fuera por razones de
espíritu de secta. Tanto derecho tenemos en mantener
nuestros ideales y los de los que nos precedieron,
como los contrarios que hoy buscan revanchas.
Nunca se debió proponer esa inicua Ley que obliga,
por obediencia, a destruir nuestra propia Historia,
caso único en este mundo civilizado occidental. Pero
hay más, repasando las RROO más recientes, es
decir, las vigentes, observamos lo siguiente:
Art. 1.- En este artículo se cita la disciplina, pero se
le antepone el honor.
Art. 6.- Éste es más explícito, dice: “(…) Mostrará el
máximo respeto a la Bandera y Escudo de España y
al Himno Nacional como símbolos de la Patria
transmitidos por la Historia”. Es decir, que la Historia
transmite símbolos que han de ser respetados.
El Escudo Nacional, el actual, pasará también a la Historia; pero otros ha habido antes que forman parte
de nuestro Patrimonio Histórico y que deben ser respetados,
no considerados “destruibles”.
Art.11.- “(…) La dignidad y los derechos inviolables
de la persona son valores que tiene la obligación
de respetar y derecho a exigir (…). Sine
comentarii…
Art.21.- “Tradición militar en los Ejércitos.- Los
miembros de las Fuerzas Armadas se sentirán herederos
y depositarios de la tradición militar española.
El homenaje a los héroes que la forjaron y a todos
los que entregaron su vida por España es un deber
de gratitud y un motivo de estímulo para la continuación
de su obra”.
Art.23.- “Historia y Tradiciones”.- Conservará el
historial, tradiciones y símbolos de su unidad, para
perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar el espíritu
de unidad y reforzar las virtudes militares de sus
componentes”.
¿Tan difícil es defender nuestra Historia y nuestro
Patrimonio cuando la Constitución y las RROO nos
“permiten” el derecho a pensar y a conservar ese Patrimonio
que otros crearon, no para ser destruido con
una piqueta innoble, sino para ser conservado para
futuras generaciones?.
Se ha llegado a un punto difícilmente soportable para
nuestra propia dignidad y sentimiento, con estas órdenes
de arrasar el pasado más reciente ¿Por qué los
sentimientos sectarios de determinados políticos que
todos conocemos (los más activos en presionar a la
ministra de Defensa) tienen más peso que los de tantos
militares, retirados o por retirar, cuyos ideales y
sentimientos se desprecian?
¿Por qué?
J. FLORES THIES
CORONEL DE ARTILLERÍA
Cartas al Director
Cartas al Director
Estimado Director:
Como Alférez de Navío Ingeniero de Complemento
soy miembro de la Real Hermandad de Veteranos de
las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil y le envío
esta carta para felicitarle, como Director de la Revista,
por la calidad de esta publicación y para rogarle
que haga llegar la felicitación al Teniente General Don Ignacio Martínez Eiroa, por el magnífico
artículo titulado “llevas sangre y llevas
oro…” publicado en el número 304.
Por mi edad tuve el honor de jurar nuestra bandera
y también de jurar en aquel momento estar
dispuesto a derramar por ella hasta la última gota
de sangre. Lamento que una gran parte de las generaciones
actuales no hayan tenido ese honor.
El Teniente General Martínez Eiroa hace una descripción
magistral de lo que es y significa la Bandera,
esa misma Bandera gracias a la cual los
buques “Playa de Bakio” y “Alakrana”, aunque
no la arbolaran y tuvieran que darles una las unidades
de nuestra Marina de Guerra cuando, sanos
y salvos, emprendieron la vuelta a nuestra Patria,
que también es la de sus tripulantes aunque a algunos
parece que les pese. Conviene recordar que
el que estos buques figuren en el Registro de Buques
españoles se debe únicamente a que al construirse
con crédito bancario apoyado en hipoteca
naval, las entidades financiadoras exigieron, para
su protección, que esa hipoteca se inscribiera en
dicho Registro.
Durante mi vida profesional como ingeniero
naval he tenido ocasión de abanderar en España
buques mercantes extranjeros y le aseguro que al
izar por primera vez nuestra bandera roja y
gualda, los presentes en aquellos actos sentimos
esa sensación tan íntima de hacer que, aunque
fuera de forma transitoria, aquél barco se convirtiera
en un pedazo de nuestra Patria. Eran barcos
mercantes pero en aquellos momentos también
brotaba de nuestros corazones el saludo a la Bandera:
¡Viva España! Y todo ello fundamentalmente
por la Bandera, no por documentos ni
otros trámites. Por eso siento la falta de respeto
que desde hace bastantes años tienen demasiados
españoles por nuestra enseña nacional y me alegro
de que en este artículo se aclaren conceptos
que es necesario recordar actualmente.
Junto con mi agradecimiento por la paciencia que
espero haya tenido de leer esta carta y con mi felicitación
por los muy buenos e interesantes contenidos
de Tierra, Mar y Aire, reciba mi Coronel,
un afectuoso saludo.
JOSÉ IGNACIO DE RAMÓN MARTÍNEZ
ALFÉREZ DE NAVÍO
¡Queremos saber tu opinión!
ESCRÍBENOS A:
Por internet: revista@veteranosfas.com
Por correo a: Revista Tierra, Mar y Aire
Paseo de Moret, 3. 28008 Madrid
Por Fax: 91 544 08 53
Soy asiduo lector de nuestra revista “Tierra, Mar
y Aire” y quiero a través de este medio felicitar a tres compañeros que con sus magníficos artículos
publicados, nos mantienen a todos, además de informados,
moralmente animados en lo que al “espíritu
militar” se refiere.
En primer lugar, a mi admirado General Eiroa,
que con su cálida pluma, toca diversidad de temas
que constantemente nos ilustran y moraliza con
sus artículos. Me ha convertido en fan suyo, continúe
escribiendo mi General.
En segundo lugar, a mi apreciado amigo el Gral.
Campins, por su preciso artículo sobre “formación
y liderazgo” (nº 296), en que con conocimiento
sobre el tema. señala entre otros, uno de
los grandes fallos que existían antes en nuestra
formación militar y que parece ser seguirán existiendo
e incrementándose, sobre todo con las recientes
e incocevibles disposiciones como la de
integración de escalas y los futuros Planes de Estudio
de lo que yo llamaría “Carrera cívico-militar”
que se avecina, en vez de regenerar,
actualizar y potenciar la ya existente.
¿Algún “docto” se ha molestado en hacer un estudio
detallado y consciente de lo que debe ser
hoy día el “perfil” del futuro Jefe, Oficial, Suboficial
e incluso de las clases de Tropa en sus diferentes
especialidades?
¿Es necesario hoy día tener una Ingeniería en vez
de idiomas, informática, psicología y un amplio
bagaje de humanidades para mandar hombres y
cumplir las misiones que hacemos?.
¿Se persigue otro fin? ¿Es quizás sentir un complejo
de inferioridad?
Yo, sin entrar en detalle, como dicen ahora alucino.
Y en tercer lugar, a nuestro experimentado General
Feliú, por su acertado y de actualidad artículo
“Las Fas que España necesita” (nº 302) y
que yo “rizando el rizo”, lo emplazaría y me gustaría
por estar en sintonía con él, que por su extensa
formación, destinos ejercidos, experiencia
personal y claridad de juicio, nos detallase al
nivel que estime oportuno, su criterio sobre la
adecuada composición y organización que deberían
tener nuestras actuales Fas… contando
siempre como es lógico, con nuestras posibilidades
humanas, económicas y de nuestra situación
dentro del contexto de la UE y OTAN.
Yo, asiduo lector de cuanto acontece militar y humildemente
opino, que el cambio habido en nuestras
FAS ha sido tal, tanto en orgánica,
despliegues, cometidos, formación, misiones y
un largo etc. que nos encontramos ciertamente “desnortados” y continuamos arrastrando algunos
de los endémicos vicios que de una vez deberíamos
enmendar.
Seguro, que el artículo como continuación del anterior
citado y escuetamente detallado, podría ser
origen de acertadas y adecuadas ideas.
Y como dice el evangelio de San Marcos: “El que
tenga oídos para oír que oiga”.
J. NAYA SARVISE
CORONEL DE INFANTERÍA
Una socia de la Hermandad
Hace tiempo que quería escribirle una carta para
felicitarles, tanto a Vd. como a los que llevan a
cabo las tareas de redacción, colaboración, etc.,
por la magnífica revista que realizan y que esperamos
con ilusión en tantos hogares españoles.
Sus editoriales, artículos, noticias, fotografías…
recogen el sentir del pasado, presente y futuro de
las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, llenando
un espacio que, en mi opinión, se encuentra hoy
en pocas publicaciones. Como mujer, pienso que
las lectoras de “Tierra, Mar y Aire” encuentran, al
igual que el resto de componentes de la Hermandad
de Veteranos, ese aire que hemos vivido y
respirado siempre y que no puede desaparecer
con el cambio de situación, ni con el cambio de
los tiempos, por encontrar y sentir estos temas
cercanos.
Siento discrepar de la opinión de un amable lector
que se ha dirigido a Vd. en la última revista
(nº 305) sobre un cambio en el contenido de la
misma para atraer la atención femenina. Con
todos los respetos para la opinión de otros y sin
querer en absoluto entrar en ninguna polémica,
pienso que el “Blanco y Negro” fue lo que fue, y
“Tierra, Mar y Aire” es lo que es una Revista dirigida
a los Veteranos (hombres y mujeres), que
reciben con ella un mensaje que en ningún sitio
pueden encontrar. Por supuesto que siempre
serán ustedes los que promueven algún cambio
pero, por favor, procurando que sea dirigida,
como ahora, a todos los lectores. Tenga la seguridad
de que a nosotras nos interesan muchísimo
todos los temas que aparecen actualmente en sus
páginas. Además, como refiere el citado lector en
su carta “ya existen novelas y revistas específicas”
para muchas mujeres que, según mi parecer
no creo que hayan “huido” por el completo y valioso
contenido de la Revista, que también cuenta
ya con unas páginas, por supuesto ampliables
(que seguramente resultan entretenidas y útiles a
todos los lectores), pero no buscando exclusivamente una dedicación especial a la mujer, caso
que en mi opinión tal vez produciría si no la
huída, por lo menos una gran sensación de desagrado.
Perdone si me he extendido en exceso. Reitero
mi felicitación por su magnífica labor, deseando
que siga cosechando muchos éxitos, y agradeciéndoles
su trabajo.
A. M.G.
Estimado Director:
El día 5 del mes de octubre del pasado año 2009,
falleció en Valladolid Angelina Moreno Useleti
(más conocida por “Titis”), hija del Coronel de
Infantería Fernando Moreno López de Lara, fundador
de esta nuestra querida Hermandad (ver nº
252 del año 2001), fundadora y Presidenta de
Honor de la Damas de San Hermenegildo en
dicha ciudad, medalla al Mérito Militar con distintivo
blanco y medalla al Mérito de la Hermandad.
En los números de la revista Tierra, Mar y Aire que desde entonces se han publicado, que yo
sepa, no se ha hecho referencia alguna a su fallecimiento.
Dada la personalidad de “Titis” y teniendo
en cuenta las circunstancias que en ella
concurrieron, creo que bien se merece el que se
de a conocer tal acontecimiento, aunque sea con
tanto retraso.
Por ello te ruego el que, si efectivamente la Revista
no se hubiera hecho eco hasta la fecha de lo
dicho, publicarais esta carta en el próximo número,
por creer, sinceramente, que es de justicia.
Muchas gracias y un fuerte abrazo,
F. MORENO PARDO
CORONEL DE INFANTERÍA