y las Operaciones Ifni-Sahara

LOS PARACAIDISTAS DEL AIRE
LOS PARACAIDISTAS DEL AIRE
N. de R.- Respetando la libertad de opinión de sus colaboradores, Tierra, Mar y Aire publica este
artículo del General Muñoz. Esta Redacción hace notar que hubiera preferido un texto expositivo de
la intervención de las Unidades Paracaidistas del EA en la Guerra de Ifni-Sahara en consonancia con
las otras colaboraciones recibidas con antelación y publicadas en las revistas 289 y 290.
Mariano Gómez Muñoz
General de División del Ejército del Aire.
Primer Comandante Jefe de la 1ª Bandera Paracaidista del Ejército del Aire, 1ª Unidad Paracaidista de España.
He leído dichos artículos con interés, por supuesto, pero también con cierta sorpresa derivada del hecho de que en las 13 páginas que ocupan sólo se menciona al Escuadrón en una simple relación de las “Fuerzas terrestres en Ifni”, en la que aparece como “Bandera Paracaidista del E.A” sin más, y luego para decir que “Unidades francesas con apoyo de paracaidistas del E.A. español efectuaron la recuperación de Smara en el Sahara”.

Esto, que es lo único que se habla de los paracaidistas del Aire no es exacto: La ocupación de Smara y su campo de aviación los efectuó, tras su lanzamiento, únicamente la 2ª Escuadrilla del Escuadrón del Aire, de unos 100 hombres y fue española la bandera izada en su fuerte el día 10-12-1958. Aunque la columna francesa del Coronel Grall trataba de acercarse, el primer esfuerzo que allí apreció fue una compañía francesa de senegaleses que tomó tierra en aviones el día 12. El día 14 llegó una compañía mecanizada de la columna francesa del Coronel Vidal. El día 15 hubo combates con fuerzas rebeldes que se aproximaban a Smara, pero que fueron desarticuladas. El día 16 llegó un convoy con la 13 Bandera de la Legión que relevó a la 2ª Escuadrilla que el día 17 se integró en la Agrupación española del Coronel Mulero con las que operó, llegando al Aaiun el día 18.
T
omo la pluma para comentar los artículos de esa Revistas sobre las operaciones de Ifni-Sahara en los números 288 y 289, y si lo hago es exclusivamente en defensa de la memoria del Escuadrón (antes 1ª Bandera) de Paracaidistas del Ejército del Aire y en el honor de los paracaidistas que allí murieron y sufrieron heridas o lesiones en los saltos efectuados en acciones que merecieron felicitaciones verbales y escritas muy elogiosas, tanto del General Zamalloa en Ifni como del General Héctor Vázquez en el Sahara.
Para la preparación de la operación, la 2ª Escuadrilla se trasladó por vía aérea el día 8 a Ford Trinquet, sede del Mando del África Occidental francesa, ya que el lanza- miento del día 10 se iba a efectuar con paracaídas EFA y aviones Nord Atlas franceses. Asimismo fueron franceses los aviones T6 que apoyaron el lanzamiento muy eficaz- mente y el Teniente paracaidistas y el radio con su equipo que se saltaron con la escuadrilla para el en lace tierra, aire, únicos paracaidistas franceses que intervinieron. Por último, fue francés también el JU-52 que evacuó a Fort Trinquet los 8 heridos sufridos, uno de los cuales fue el Capitán Díaz Pérez, por lo que el Teniente Muñoz Esperanza le sucedió en el mando de la Escuadrilla.

Para el planeamiento de la operación el General Bourgund, Jefe Militar del África Occidental francesa, tuvo la deferencia de enviar días antes su avión al Aaiun para llevarnos a mí y al Capitán Díaz Pérez de la 2ª Escuadrilla a su cuartel General para coordinar los diversos aspectos de la operación en detalle.

Por lo que respeta a la operación de la Hagunia, sobre la Seguia el Hamra, para cerrar la huida a Marruecos de las partidas infiltradas en el Sahara el día 18.2.1958, es de seña-
lar que allí saltaron la Escuadrilla de P.M. del Capitán Cuadra con el Teniente Coronel Jefe y la 1ª Escuadrilla del Capitán Pérez Ramos, unos 150 hombres en tal, y sólo un Teniente paracaidista francés con un radio y su equipo para el en lace tierra-aire con los T-6 franceses, que también esta ocasión prestaron un apoyo excelente a la operación paracaidista. La 3ª Escuadrilla del Capitán Gefaell quedó en reserva en Aiun. Se cubrieron los objetivos marcados y por la tarde se efectuó el contacto con la columna del Coronel Campos, en la que se integró la fuerza del Escuadrón y los 4 heridos habidos, regresando en la madrugada del 19 a Aaiun.

Nuestra ida a Ifni fue el desenlace feliz de la difícil entrevista que tuve con el entonces Ministro del Aire, General Lecea, el 05-12-57, para hacerle presente nuestro disgusto por el olvido en que se mantenía al Escuadrón que se tradujo felizmente en nuestra salida de Getafe a las 8 horas del día 7 en un convoy aéreo de unos 30 aviones que transportaban la totalidad de los hombres y armas del Escuadrón en una primera rotación, quedando para una segunda la impedimenta y 2º escalón de municiones. Tras repostar en Sevilla, llegamos aquella misma tarde a Sidi-Ifni, en medio de un diluvio que embarró las pistas del aeródromo e impidió la segunda rotación del convoy. Nos recibió el General Zamalloa, Gobernador entonces de toda el África Occidental Española, optimistas y cordialmente, asegurando que las cosas no estaban tal mal como creían en Madrid. Sin embargo aquella misma madrugada recibimos tres órdenes sucesivas de actuación, que significaron el bautismo de fuego para el Escuadrón al encomendar misiones urgentes a la 3 Escuadrillas del Escuadrón, la principal de las cuales fue apoyar el repliegue, que se hacía difícil, de la columna del Teniente Coronel Crespo, Jefe de la Agrupación de paracaidistas del E.T. que se retiraba de Tagragra hostigado por el enemigo. En los días sucesivos, el Escuadrón fue rotando en los diversos cometidos hasta el 05-01-58, en que estaba previsto el lanzamiento de la P.M. y una Escuadrilla reforzada del Escuadrón para ocupar y defender la cota 348 del macizo Alat-Ida Usugun –tierra adentro del territorio de Ifni– hasta la llegada por

tierra de la 6ª Bandera de la Legión. Sin embargo, por culpa de las malas condiciones meteorológicas, según unos, o de ciertos condicionamientos de política internacional según otros, el lanzamiento fue suspendido, con lo que continuó el régimen de protección de convoyes, reconocimientos armados, seguridad y defensa de posiciones, etc., hasta el 30-01-58 se realizó el traslado a Aaiun por vía aérea, para la ejecución de las operaciones antes citadas de Smara y Hagunía a los pocos días.. En conjunto, estas operaciones representan los dos mayores lanzamientos en acciones de guerra efectuados hasta hoy, y las primeras operaciones multinacionales y extrapeninsulares efectuadas por fuerzas españolas desde la guerra del Rif, que significaron además el comienzo del deshielo del aislamiento militar y político español.

Creo, pues, que lo antes expuesto resumidamente es algo más que lo que se dice en los artículos mencionados. Ya se que “del dicho al hecho hay mucho trecho” y que “unos hacen la historia y otros la cuenta”, y también se que lo publicado está tomado del nº 798 de “Ejército” y que esa revista y otra y otras publicaciones del mismo origen ignoran frecuentemente a los paracaidistas del Aire, veteranos desde 1948 de dicha especialidad, ignorancia que sólo puede ser alcanzada a falta de información –de la que el propio E.A. es en parte responsable– ya que es impensable que para realizar de ciertas Unidades de un Ejército se rebajen o ignoren
las de otros, máxime cuando los paracaidistas del E.T. se bastan y sobrar, sin ayudas ajenas, para alcanzar su fama hasta ese cielo del que bajamos en común todos los “paracas”.

Ahora con mis 88 años de edad y mis 71 de servicio, 33 de ellos de General, me sigue sorprendiendo y me sigo preguntando las razones del contraste entre el respeto y cariño de los paracaidistas de las Unidades del E.T. hacia sus colegas y hermanos mayores del E.A. y el despego y frialdad de ciertos escalones superiores. Llevábamos en 1954 seis años y 25.000 saltos efectuados en Alcalá cuando apareció por aquellos lares el Comandante Payás con sus muchachos: Les dejamos nuestros paracaídas para saltar durante meses, les pasamos todas las normas, instrucciones y directivas que habíamos tenido que “inventar” ante la falta de información exterior e incluso nacional, les hicimos participes de

nuestras experiencias y estadísticas y les ayudamos en todo lo que pudimos y supimos. La respuesta fue una profunda, perdurable y mutua camaradería y amistad como no podía ser de otra manera con los hermanos terrestres y, por el contrario una cierta frialdad en los escalones superiores como se ha dicho anteriormente.
Es evidente que los años le hacen a uno bastante gruñón, pero también le conceden el privilegio de hacer comentarios que de otro protago- nista más joven no recibirían la consideración que se le suele prestar más por la edad del crítico que por el acertado de sus críticas. Me aprovecho de ello para terminar
señalando que durante muchos años el paracaidismo militar no ha tenido en el E.A. la publicidad, la protección y el prestigio del que ha gozado en el de Tierra, cosa que hace que sea “rara avis” el General de kaki que no lleve el “rokiski” en el pecho y no tenga saltos en su Hoja de Servicios. En cambio, en el E.A., corría el año 1965 y habían transcurrido 17 desde nuestro “aterrizaje” en 1948 en tierras alcalaínas, se habían reali- zado más de 60.000 saltos y se habían sufrido 13 bajas mortales,
ncluidas las de Ifni-Sahara y decenas de mutilados por las lesiones en columna vertebral de aquellos paracaídas, cuando el 9 de septiembre fue disuelto inopinadamente el Escuadrón, en vísperas de lo que iba a ser su transformación en una Unidad de Comandos y Servicios Especiales, cosa en que se había venido trabajando en los últimos años. Parece además como si se hubiese querido también borrar su memoria, ya que todo su cuantioso y valioso archivo con el Diario de Operaciones, las memorias anuales, informes, órdenes de operaciones, estudios y estadísticas, correspondencia, etc., que al parecer fue trasladado a la Escuela de Alcantarilla, ha desaparecido, ya que según se dice no está en Alcantarilla ni tampoco en Villaviciosa de Odón. Archivo Histórico del E.A.

Pero hay más: En una magnífica publicación del 2007 del Ministerio de Defensa, producida por el SHYCEA y el lHCA del E.A. titulada “Mirando al Cielo. Crónica de un siglo de Aviación en España”, de 393 páginas y cuya autoría corresponde a 5 historiadores muy ligados a nuestro E.A., se dedican 9 páginas al Paracaidismo en el E.A. en las que se deslizan varios errores y omisiones, tales como ignorar la creación y existencia de la Escuela de Paracaidismo desde 1947 y, por tanto, confundir y mezclar hechos de la Escuela con los de la Bandera. Tampoco se cita la creación del EADA y la existencia actual de 2 Unidades de este tipo. Por lo que se refiere a las operaciones de Ifni-Sahara sólo se dice que “en diciembre de 1957 la Unidad recibió su bautismo de fuego cuando fue trasladada a Sidi-Ifni para participar en la campaña de pacificación del territorio donde intervino activamente y con honor” junto con unas foto con 6 paracaidistas en el aire en cuyo pie se dice “en diciembre de 1957 la Unidad recibió su bautismo de fuego” y eso es todo, que evidentemente no es mucho.

Yo, en marzo de aquel año 1965, 6 meses antes de la disolución del Escuadrón, había tenido que abandonarlo al ser destinado forzoso en plaza de superior categoría, a otro lugar y no tuve que soportar tan amargo trabajo directamente, aunque sí indirecta e intensamente. Menos mal que no se erradicó del todo la “planta paracaidista” del E.A.: Quedó un modesto y aislado “esqueje” al que, como no podía ser menos, cambiaron el nombre y en lugar de “Cazadores Paracaidistas”, como habíamos sido desde el origen, denominaron insólitamente Escuadrilla de “Zapadores Paracaidistas”, débil y solitario esqueje al que cambiaron también de emplazamiento y enviaron a Alcantarilla pero que gracias al esfuerzo y valía de sus sucesivos mandos y componentes, y a la decidida protección y cambio de mentalidad de los actuales y recientes Mandos del E.A., no se agotó y pereció, sino que con la sangre y sudor sus miembros en todos los teatros de operaciones –ahora llamadas de “paz”– se transformó en un poderoso y crecido árbol que ya alberga en sus ramas 3 Escuadrones Paracaidistas: 1 EZAPAC (Escuadrón de Zapadores Paracaidistas) y 2 EADA (Escuadrones de Apoyo al Despliegue Aéreo), todavía no integrados en una Agrupación, pero que siguen con todo honor la senda de su fundador: La 1ª Bandera, luego Escuadrón de Paracaidistas del Aire, del que conservan, junto a su espíritu y linaje, el emblema de la boina –prenda que no se consiguió hasta el regreso de Ifni-Sahara– con el paracaídas y las alas de España, y la leyenda de su escudo: “Sólo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir”, que han paseado por todo el ancho mundo.